domingo, 14 de septiembre de 2008

Ni si quiera te llaman Batman






He contemplado el entierro de la magia, alzándose ante mi un Batman adulto, si hasta desapareció "Batman" del título de la película, y el uniforme parece sacado del armario de Terminator, con la poesia que derrochaba ese aire cool y carnavalero de Burton.

Que te ocurrió, Nolan, has dejado de creer en la infancia para tragarte todos los cómics de Miller a rajatabla? ¿Qué pasa con esta revisión tan petulante del superhéroe? porque es lo que es, por muy oscuro y siniestro que parezca no deja de hacer obras de caridad. ¿Que tiene de malo el entretenimiento sin pretensiones filosóficas? ¿acaso la calidad se mide por nivel de dramatización? a este irritante e insufrible Bruce Wayne lo han endiosado a nivel de escultura etiquetando la película como la “Masterpiece” del género, si ya de por si estaba muy lejos de algo tan categórico, con esta soporífera entrega está a años luz. Reconocer que Bruce no es más que una simple marioneta para dar contraste al excesivo y grotesco Jóker, que es lo único realmente entretenido y auténtico de la película, pese a que sus muecas sean a marchas forzadas, no deja de ser un payaso bien resuelto, ¿por qué? pues sencillamente porque la caracterización desmesurada es uno de los atractivos de películas con esta temática, aquí la sobriedad ha matado todo, excepto lo único que combatía contra ella, el Jóker. Un género como este tiene sus limitaciones, a mi entender, y supongo que el tiro fácil es precisamente eliminar lo más arraigado a éste, que es la magia, la distracción que sugiere lo que no es real, ni jamás lo será, para luego venderlo como algo épico y colgarse el título de “Yo, Nolan, he conseguido darle una nueva visión al cine de superhéroes”, no... para mi lo has retrocedido, acobardándote de no poder hacerte cargo para potenciar la inocencia de un género así, que opino que debería perdurar siempre, y eso no significa idiotizarlo.

Además, lo peor de todo no es la seriedad somnífera que derrocha la película, sino que la usa como una especie de ejercicio didáctico para machacar una y otra vez el mensaje de “los grisáceos”, ese en el que confunde al espectador sobre la bondad y la maldad para luego proponer una secuencia ejemplar, (la propuesta era atractiva, pero la sentencia de ésta es absolutamente absurda) pero todos sabemos que el final entre aquellos dos barcos jamás hubiese acabado así, el instinto de supervivencia era prioritario en esos momentos, y ello es algo incoherente cuando te pasas todo el largometraje glorificando el hiperrealismo del superhéroe y dándotelas con la objetividad de lo qué está mal y bien, si te la juegas en ese aspecto juégatela ahí también.

Como bien dijo mi compañero de Lokuos al salir del cine, Batman parece un 007 o una Misión Imposible, más.... añadiría un John McClane. Y cuán de acertado fue su comentario, si además le incluimos un poco de filosofía barata tenemos un despropósito que vende la moto gracias a una potente campaña publicitaria, un Jóker que no recogerá el Oscar nunca, y una falsa seriedad tras el murciélago a la que muchos críticos le dan orgasmos inexplicablemente.

Para mi es una cinta de acción más que olvidable. Tal como lo veo, Nolan no supo recoger el relevo de Burton, que al menos su ambiente y aspecto carnavalesco no engaña a nadie, es lo que es sin pretensiones, y sin por ello alejarse de la parte pura de este género, el divertimento por lo excesivo y absurdo, de todos modos nunca fue lo mejor del repertorio del oscurantista realizador.

5 comentarios:

Juan dijo...

muy interesante

MBI dijo...

Todo lo que he aprendido...
voy a dejar a mi sobrino KO

Tomás dijo...

Anímate.
Tomás

Krakmann dijo...

Eres una hereje. :))

Periko dijo...

A mi lo que me toca los cojones es que los que os creeis criticos de cine (seguramente cineastas frustrados) pongais el tela de juicio la que seguramente sea la mejor pelicula de superheroes en los que va de siglo, pero en fin, tu sigue con tus Notas sobre que yo seguiré disfrutando del Gran Caballero Oscuro de Nolan.