lunes, 22 de marzo de 2010

Rohmer nos deja con su naturalidad compleja





N
o trataré de explayarme en los inicios que tuvo como editor de la prestigiosa revista de cine Cahiers du Cinema, o a enumerar sus diversos logros y aportaciones cinematográficas a la Nouvelle Vague que ha dejado tras de si. Mi propósito se centra más en hallar su esencia. La naturalidad de la objetividad.

A veces la linea entre crítica y realización es tan fina como invisible en el caso de Rohmer, u otros de sus colegas contemporaneos, como Godard o Rivette. El estudio y análisis religosamente minucioso de las películas le ha hecho saltar del papel a la cámara, plasmando en la última, la filosofia y reflexión de la primera que recogen la mayoría de los personajes de sus obras, desde sus inquietudes, sus miedos, anhelos y frustraciones, hasta alcanzar contradicciones que dejan al espectador en estado de reflexión, y será donde conocemos un mundo objetivo a través de la subjetividad de los protagonistas que encarnan trabajos divididos la mayor parte en tres ciclos: comedias y probervios, seis cuentos morales y cuentos de las cuatro estaciones. Volvamos a la objetividad de la que hablaba anteriormente, y es que parece ser una busqueda incansable de la realidad humana, de la ontología cinematográfica para Rohmer. Trazamos una diagonal en su filmografia y nos encontramos desde a una chica entre dos hombres jugando al juego de la conquista sin dejar que se sepa en La Coleccionista, a otra que sabe con certeza que no es funcional en la vida y que cree fervientemente en ese azar que le espera, sin intención de forzar la maquinaria para que aparezca, en El Rayo Verde, pasando por un complejo triángulo idiológico compuesto de un matemático católico, un marxista filosofo, y una libre-pensadora jugando a apuestas Pascalianas donde se pondrá en tela de juicio sus convicciones e ideales, y donde las contradicciones y el destino jugarán papel importante en sus vidas, todas posturas válidas pero igualmente vulnerables, en Mi noche con Maud, hasta incluso el poder emergente de la juventud, detonando en un maduro pintor donde podemos ver la invocación de belleza tangible y pictórica entrelazándose hasta resquebrajar las certezas del pintor, en La Rodilla de Clara.


Ya suficiente con ejemplificar. Las obras de Rohmer son lecciones de cine en el que basta el departir de unos personajes en escenarios naturales, sin que en medio puedan interrumpir artificios propios de grandes productoras o gigantes del star-system. Aquí la mirada es pura hacia la realidad humana, dejando discurrir con naturalidad el tiempo y las opciones para los protagonistas, sus destinos y sobretodo el azar. La sencillez con que el francés desprende intimidad y complicidad en muchas de las conversaciones que acaecen en sus trabajos, es tal vez, una de las facetas por la cual me embelesa fervientemente, cuanta más neutralidad del personaje más interés tiene, más misterios, por ello juega con distintos radicalismos haciendo de ello un choque frontal donde podemos extraer la riqueza humana a través del cine. El estilo de Rohmer, (y como bien diria el mismo: “la paradoja del estilo es que el cineasta sea el menos consciente de que lo tiene”), es que lo que vemos, las acciones, y lo que realmente es, a través de la voz en off de sus protagonistas, de sus pensamientos, son diferentes, es la eterna contradicción de la vida humana, dando así con la interesante clave de esa objetividad ontólogica que tan bien se le da a Eric Rohmer, y en la que ha dejado un valioso legado a estudio y homenaje.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya que eres circunvirumbica para escribir eh, de a poco estoy leyendo lo que escribes, eh aqui otra diferencia (aparte del español de españa) yo soy mas directa, o al menos eso creo, y tus descripciones casi poeticas de las pelis me han emocionado.
He quedado paladeando lo de la "ontología cinematográfica", woow que palabros, las practicaré en algún ligue por ahí, luego te cuento.
Creo que no he visto peliculas de él, pero lo conocí por la banda "Pauline en la Playa", las conoces???
¿si pudiera ver solo una de el, cual recomendarías?

un besazo de esos...con sabor a kiwi

Pd: es "ideológico"